dimarts, 25 d’octubre del 2011

NIPPON ANIMATION

En 1962 se fundó un estudio de animación llamado Zuiyo Eizo, no era algo grande como Toei, Mushi o Tatsunoko, se trataba más bien de un estudio asociado que en 1969 se hicieron cargo del World Masterpiece Theater, una franquicia de series de anime basado en literatura juvenil que se produjo hasta el 2007.



entre estas series también había historias ecologistas como Las Fábulas del Bosque Verde (1973)



Basadas en un relato de Thorton W. Burgess, se trataba de las aventuras de dos marmotas y los animales del bosque y contaba con 52.


El auténtico boom de esta franquicia llegó en 1974, cuando produjeron Heidi



Éste anime basado en un relato de Johanna Spiri tuvo mucho éxito en Japón y Europa, pero se trataba de un experimento de Isao Takahata, un drama para niños, y que encima fuese la primera superproducción de anime para la TV. Fue tan caro que no pudieron rentabilizarlo sólo con su estreno en las pantallas, y a pesar de que habían conseguido la co-producción de la productora alemana ZDF, fue deficitaria, tanto que en 1975 debieron dividir Zuiyo Eizo en dos productoras: Zuiyo, que se hizo cargo de los derechos y la deuda de Heidi, y Nippon Animation, que contando con el personal, los contactos en Europa y el material que usaron para Heidi, pudieron dedicarse a más producciones de anime de calidad.

Nippon instantaneamente tuvo éxito con más series como la Abeja Maya



o El Perro de Flandes, la primera producción ya como Nippon para el World Masterpiece Theater.



Nippon
produjo más obras del estilo de Fábulas del Bosque Verde como El Bosque de Tallac (1977)



o Banner y Flappy (1979)





Ambas series son producciones de Nippon Animation basadas en relatos de Ernest Thomson Sheton. 

El Bosque de Tallac trata sobre unos ositos de las montañas de California, que tras perder a su madre a manos de un cazador son criados por una cowgirl y un niño nativo americano, un comerciante los roba para venderlos a un circo que organiza peleas de oseznos contra perros, los ositos consiguen escaparse del circo y se pierden por las montañas. Un año más tarde los niños se encuentran los osos, ya adultos, se alimentan matando al ganado de las granjas cercanas, y los granjeros de la zona se disponen a matarlos.



Banner y Flappy es una coproducción alemana, trata sobre una ardilla criada por una gata doméstica que vuelve al bosque, allí deberá volver a aprender los peligros de la vida en la naturaleza: Los depredadores, las dificultades para encontrar comida, las rivalidades entre machos por encontrar hembra, se les incendia el bosque y deben migrar, los humanos edifican en los territorios que antes ocupaban ellos... incluso hay un capítulo en que banner se vuelve adicto a las setas alucinógenas.



Ambas series eran elogios a la naturaleza, pero con un trasfondo bastante más cruel a los estándares occidentales de la época para historias infantiles. En España las distribuyó BRB, la productora que más adelante seguiría éstas fórmulas para producir David el Gnomo.

Durante la producción de Ana de las Tejas Verdes (1979), Miyazaki abandonó el estudio para producir la película de Lupin III y el Castillo de Cagliostro.



 BRB era una empresa de merchandising española que tras hacerse con los derechos de explotación de la mascota del Mundial de de Futbol en España 1982: Naranjito, se encontró con unos beneficios enormes y una gran infraestructura de merchandising creada, que pudieron usar para crear más séries de televisión en co-producción con Nippon Animation, como D'Artacan y los 3 Mosqueperros



Ruy, el Pequeño Cid (1980),



y La Vuelta al Mundo de Willy Fog



En los 80 hicieron más obras basadas en literatura occidental: Tom Sawyer (Mark Twain), El Pequeño Lord (Frances Hodgson),



Mujercitas (Louisa May Alcott).



o Sonrisas y Lágrimas (Maria Augusta Trapp)



Nippon también produjo adaptaciones de literatura occidental de otras temáticas no-melodramáticas como Vickie el Vikingo (Runer Johnson) Las Aventuras de Peter Pan (J.M. Barrie),  o Alicia en el País de las Maravillas (Lewis Carrol)



También hay escepciones como  Chibi Maruko-chan (1990), basado en un manga de Momoko Sakura.




Se trataba de una serie costumbrista sobre una niña super-inteligente, que consiguió un 40% de share en su mejor momento, convirtiéndose así en una de las series de anime de más éxito de todos los tiempos.

Su última serie basada en literatura occidental fue Jeanie with the Light Brown Hair (1992)




Y su última serie original: Yamato Nadeshiko Shichi Henge (2006)




y el telefilm Miyori no Mori (2007)





Que productora tan peculiar, mientras Toei explotaba la idea de anime basado en mangas y Tatsunoko probaba fórmulas nuevas para el mercado occidental, Nippon probó con la literatura, una idea arriesgada de Takahata, pero que funcionó bien! Tras la partida de Takahata y Miyazaki se acabaron las innovaciones, pero tenían suficiente material para aguantar dignamente durante los años 80. Luego se estancaron... perdieron popularidad y quedaron como un reflejo de lo que habían sido. El Manga-Anime se había fundado como un género de fantasía, y por lo visto la audiéncia decidió que volvieran a ello.

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